El niño interior y la risa
Es imprescindible tomarnos tiempo para dedicarnos a nuestr@ niñ@ interior. Tengas la edad que tengas, hay en tu interior un pequeño que necesita amor, aceptación, juego, diversión y risa.
Por muy independiente que seas, por muy maduro que seas, tienes en tu interior a una niñ@ muy vulnerable que necesita ayuda, que tiene hambre de calor y afecto.
Cuando éramos niños y las cosas iban mal, solíamos pensar que algo no funcionaba bien en nosotros, que teníamos algo malo dentro.
Los niños piensan que, si pudieran hacer las cosas bien, sus padres (o quien sea) los amarían y no les castigarían ni les pegarían.
Así pues, siempre que el niño o la niña desea algo y no lo obtiene, piensa: “No valgo lo suficiente, soy tonto, nadie me entiende, no me quieren suficiente”. Entonces, cuando nos hacemos mayores rechazamos ciertas partes de nosotros mismos.
La terapia de la risa ofrece el espacio y la oportunidad de regresar a ese ser mágico que sigue habitando en nosotros y darle rienda suelta a través del juego, de una forma muy sutil y divertida, puedes conocer esquemas que se han quedado grabados que ya no te sirven y que te impiden vivir plenamente, puedes recuperar y reconciliarte con tu infancia, recordar lo que necesites recordar para sanar esa relación insana que no te pertenece y que de una manera consciente o inconsciente sigues repitiendo en tu vida adulta.
Las relaciones y el cariño con los demás son fabulosos, pero la realidad es que son temporales.
En cambio, tu relación contigo mism@ es eterna, dura para siempre.
No podemos amarnos y aceptarnos los unos a los otros mientras no amemos, aceptemos y mimemos a ese niñ@ interior que se siente perdido.
Fuera como fuera tu primera infancia, positiva o negativa, tú y únicamente tú estás ahora a cargo de tu vida.
Te puedes pasar toda la vida culpando a tus padres y al entorno, pero lo único que conseguirás con eso es mantenerte estancado en hábitos de víctima.
Jamás te servirá para conseguir el bien que dices desear. El amor es la mejor goma de borrar que existe.
El amor borra hasta los recuerdos más dolorosos y profundos, porque penetra más al fondo que ninguna otra cosa.
Si tus imágenes mentales del pasado son muy fuertes y te pasas la vida afirmando “Todo es de ellos”, te quedaras estancado.
¿Deseas una vida de dolor o una vida de alegría?
La elección y el poder están siempre dentro de ti. Mírate a los ojos, ámate y ama a tu niño interior.
Utiliza tu carcajada para llegar a es@ niñ@ y descubrir quien es realmente, cómo era y cómo está ahora.